qué es y de qué manera calmarla
La ansiedad anticipatoria es uno de los conceptos mucho más famosos en el mundo de la Psicología, y lo cierto es que asimismo está presente con cierta frecuencia fuera del campo académico, en las relaciones personales que viven la mayoría de ciudadanos/as.
En el artículo veremos de qué forma es la ansiedad anticipatoria surgida en esas interacciones con los demás que consideramos esenciales: en una cita con alguien que nos gusta, en una situación donde intentamos realizar amigos, etcétera.
La ansiedad anticipatoria: un fenómeno psicológico apoyado en la ambivalencia
Empecemos por entender exactamente en qué radica la ansiedad anticipatoria. Este fenómeno psicológico es un tipo de ansiedad caracterizado por el malestar frente a la iniciativa de sufrir un “pico” de ansiedad y/o a perder el control ante una situación concreta que sabemos o pensamos que se va a dar más adelante próximo. Más allá de que prácticamente todas las maneras de ansiedad tienen un componente de “miedo al temor”, en este caso este elemento sensible cobra importancia en relación a un evento preciso ante el que sentimos que no nos encontramos preparados.
Entre las ideas clave que resulta conveniente rememorar es que en la ansiedad anticipatoria hay una fuerte ambivalencia emocional. Por una parte, la mente de la persona que la padece queda fijada o “anclada” en una predicción catastrófica sobre lo que ocurrirá, dando por sentado que nos nos encontramos exponiendo a uno de los peores futuros posibles dadas las situaciones. Pero por el otro, este sentimiento de seguridad pesimista acerca de lo que va a suceder se combina con un malestar ante la incertidumbre: la persona se siente mal asimismo pues nota que en dependencia de lo que afirme o realice en el presente, eso tiene la posibilidad de tener secuelas muy importantes y también indecifrables en lo que va a celebrarse en ese momento al que teme llegar.
De esta manera, por ejemplo, si una persona se siente muy deseosa pues al dí siguiente tiene una cita con alguien que le agrada y que ha conocido en Internet, probablemente en su cabeza se combinen 2 líneas de pensamientos que desarrollan malestar pero que, a la vez, son supuestamente contradictorias.
Por una parte, da por sentado que no va a dar una buena impresión porque acepta que la otra persona ha caído a los engaños de un “avatar” idealizado que hay solo en las redes sociales; es posible que dé vueltas constantemente a qué género de fotografías de su cara la muestran en un ángulo que no es representativo de cómo es, o al tipo de ideas preconcebidas que la otra persona puede realizar confundido con la realidad basándose a lo que ha leído en sus sesiones de chat.
Y, por el otro, es probable que esa persona también esté obsesionada con procurar tomar el control del presente para prepararse lo mejor posible para esa cita, de manera que su ansiedad (entre otras cosas) no la arruine. De esta manera, hay un miedo a perder el control y al unísono hay un miedo a que el resultado de una acción esté fuera del alcance del propio control; esta combinación de ideas y fuentes de preocupación provoca que la ansiedad anticipatoria se transforme en un círculo vicioso.
¿Qué papel juega la profecía autocumplida en todo lo mencionado?
La profecía autocumplida es un curioso fenómeno psicológico por el que las personas contribuimos a crear el futuro que predecimos por el hecho de pensar en él. En la situacion de los inconvenientes de ansiedad, este es un factor muy presente: al estar deseoso, nos ponemos “en guardia” y eso nos lleva a adoptar patrones de accionar que alimentan la ansiedad.
En el caso de la ansiedad anticipatoria aplicada a las relaciones personales, la profecía autocumplida juega bastante con las expectativas. Por un lado, nos lleva a asumir que vamos a quedar en ridículo o que no estaremos a la altura en el momento de ofrecer una imagen sobre quiénes somos realmente ante alguien que nos importa, y eso nos predispone a comportarnos de un modo poco natural para intentar corregir esa posibilidad a la agobiada.
Por el otro, visto que la otra persona esté viendo que percibimos la situación como incómoda o incluso grotesca (no de una aceptable forma) provoca que asuma que la situación es de esa manera.
¿De qué manera administrar la ansiedad anticipatoria al relacionarte con el resto?
Ten en cuenta estos consejos para no dejar que la ansiedad anticipatoria te la juegue a la hora de llevar a cabo nuevos amigos, charlar en público, ligar, etcétera.
1. No intentes bloquear el malestar
Intentar dejar fuera de la propia cabeza la ansiedad y los pensamientos asociados a esta es un error de novato en lo relativo a la administración de las conmuevas. No solo no tienes que intentar bloquear la ansiedad, tienes que aceptarla y no darle más importancia que la que tiene. Una vez ha surgido en ti, en vez de luchar contra ella, dedícate a orientar tu atención hacia otros estímulos y experiencias. De esa forma, se va a ir haciendo más débil sin que te des cuenta.
2. Acepta que lo cómico de una situación puede servir para demostrar la seguridad que tienes en ti
Si te fijas, las personas con mejores capacidades sociales están tan seguras de sí mismas que se pueden aceptar efectuar acciones que técnicamente podrían resultar absurdas, pero que por su actitud, no llegan a ser percibidas de ese modo.
De hecho, hay quien us deliberadamente este género de acciones para probar que no le tiene miedo a “romper el hielo” en una situación popular de las formas mucho más desatinadas posibles: poniéndose a bailar en medio de la calle sin motivo, contando rechistes muy pésimos, etcétera. El hecho de enseñar que se es consciente de lo extravagante de estas acciones crea una sensación de complicidad, y por un lado, demuestra confianza en uno mismo.
Si esas personas tienen la posibilidad de comportarse de ese modo, precisamente tú no tienes por qúe temerle a la posibilidad de “salirte del guion” de lo considerado habitual o convencional; todo depende de la actitud con lo que lo hagas y con la que reconozcas tus fallos o incluso te rías de elos. Recuerda que si generas la expectativa de que l otra persona debería reírse contigo y no de ti, probablemente es lo que hará.
3. En el momento en que aprecies que llevas un día muy duro, recurre a las técnicas de relajación
Las técnicas de relajación pueden ayudarte como recurso de uso puntual que te deja llevar a tu sistema inquieto a un estado de menor activación. Unos minutos de un ejercicio como la relajación muscular progresiva de Jacobson permitirá que hagas “reset” mental.
4. No memorices, centra tu atención en el momento
Al preparate para hablar con alguien que te amedrenta de una forma u otro, no procures recitar líneas memorizadas; eso hará que padezcas aún más ansiedad anticipatoria. En ez de eso, acepta que va a ser una experiencia basada en la espontaneidad donde se van a ver tus imperfecciones, pero a la vez podrás ver las de tu interlocutor o interlocutora.
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Si en tu día a día notas que tienes inconvenientes de ansiedad y te resulta interesante contar con apoyo psicológico profesional, ponte en contacto conmigo.
Mi nombre es Javier Labres y soy psicólogo especialista en problemas de tipo sensible y inconvenientes de pareja. En psicoterapia podemos trabajar en impulsar las capacidades y aptitudes sicológicas similares con el manejo de la ansiedad y de los pensamientos y maneras de comportamiento que influyen en esta.
Trabajo de forma presencial en mi consulta situada en La capital de españa, y también de manera en línea por sesiones de videollamada.
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